La historia del sexo oral: todo lo que siempre quisiste saber sobre él

 La película 'Garganta profunda' marcó un antes y un después en la concepción de las felaciones, pero ¿conoces realmente su evolución?



¿Sigue siendo un tabú? ¿Lo practica todo el mundo? Y, especialmente, ¿quién fue la primera persona en hacerlo? Esas son algunas de las preguntas que vienen a nuestra mente -entre muchas otras- cuando hablamos o pensamos en el sexo oral. Su historia es tan vieja como el mundo, aunque es probable que no la conozcas. Cuando estás al tema quieres hacerlo bien y tampoco te vas a poner a pensar si Napoleón o Alejandro Magno lo practicaban.

No es un concepto nuevo. En 'La Iliada' de Homero ya aparece, señalando que las mujeres de Lesbos eran muy diestras en este arte. De Cleopatra también se cuenta que fue capaz de hacer felaciones a cien soldados romanos en una noche. Históricamente todos los juegos sexuales que tuvieran que ver con la boca se relacionaban más con el varón -siendo a quién se le realizaba- que con la mujer -la que lo realizaba, puesto que "ellas" no sentían placer sexual-. Aun así hay honrosas diferencias, como en el 'Kamasutra', en el que figura la manera correcta de hacer un cunnilingus.

Princesa y vagabunda, garganta profunda

Y entonces llegó el siglo XX. Porque, aunque no lo creas, mucho tendría que pasar hasta que realmente su significado cambiara para nosotros. Con la liberación sexual, llegaría un nuevo amanecer. El año era 1972, y no nos detendremos en si Bobby Fisher ganó algún torneo de ajedrez o si se destapó el caso Watergate. Lo que verdaderamente nos atañe es que en esa época se estrenó la película 'Garganta profunda'.

Es esta, probablemente, la película porno más consumida de la historia. La historia es la siguiente: Linda (protagonizada por Linda Lovelace) es una mujer frustrada sexualmente que tiene incapacidad para llegar al orgasmo. Decide, entonces, acudir al doctor Young, un sexólogo que descubre con cierta sorpresa que el problema de la joven es que tiene el clítoris en la garganta.

Más allá de lo enrevesado de la trama, la película fue un verdadero éxito por toda la polémica que llevó consigo. Nixon trató de prohibirla (a la administración del presidente y a sectores conservadores de la sociedad estadounidense les preocupaba el repentino interés del público por este tipo de cine) y la difunta Lovelace acabó renegando de la obra que había protagonizado con estas palabras: "Cuando ven la película están viéndome siendo violada. Es un crimen que se continúe mostrando; había una pistola apuntando a mi cabeza todo el tiempo". De igual manera, la cinta marcó un antes y un después y la práctica "abrir más la boca para hacer la experiencia más placentera" se acabó colando en muchas casas.

Las prácticas sexuales no han variado especialmente desde que colonizamos el mundo.Todos hacemos siempre las mismas cosas. Como explica la sexóloga e instructora Kimberly Smith a 'Men's Health', recientemente ha agregado una "clase de felaciones" a la que van a aprender mujeres desde los 18 a los 60 años. "Nadie realmente nos enseña estas cosas mientras crecemos, así que tenemos que buscar a tientas, tratando de aprender sobre la marcha", señala.

"Recibimos toda clase de clientes. Vírgenes, mujeres recién divorciadas, aquellas que quieren animar su relación, curiosas, chicas solteras... a cualquiera". con un consolador con el que pueden practicar las técnicas que Smith les demuestra a lo largo de la lección de dos horas y media.

Y, sin embargo, señalan, la práctica de 'Garganta profunda' se puede englobar dentro del BDSM, solo que la gente ni siquiera lo sabe. De acuerdo con el Instituto Kinsey, solo el 1.8% de la población sexualmente activa admite haber estado involucrada en cualquier escenario BDSM en el año anterior. Pero, según la terapeuta sexual Dulcinea Pitágora: "Si las 'gargantas profundas' son realmente tan comunes como lo sugieren el porno, la cultura pop y el dormitorio, entonces parecería que hay generaciones de fanáticos que ni siquiera saben qué clase de práctica están realizando".

Por tanto, quizá con esto hayas aprendido algo nuevo. Cualquier tipo de juego sexual, siempre que sea consensuado, ha de estar permitido. Únicamente, que quizá pensabas que estabas practicando el sexo vainilla y no es así del todo. Pero, eh, mientras a ambos os guste no hay de que preocuparse. Siempre podéis perfeccionar vuestra técnica.

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